Agencias
Chile y Argentina volvían a medir fuerzas sobre el césped donde en 2015 La Roja puso de rodillas a la Albiceleste: le ganó la final en penaltis de la edición Centenario de la Copa América y Lionel Messi en su amargura renunció a su selección.
Sobre el tema, como estrategia, Lionel Scaloni quiso bajar volumen. “El fútbol sigue, la pelota no para. El estadio es el mismo, lo otro es historia” zanjó el míster de la Albiceleste.

En la cancha, sin embargo, la historia fue otra. La armada comandada por Messi comandada por Messi hizo la pelota suya: 66 sobre 24% registraba el monopolio de balón sobre los primeros 25 minutos, pero en llegada apenas un remate tibio de Julián Álvarez.
Su mejor pasaje en el primer acto transcurrió en el último cuarto de hora: probó Nico González, Messi, Álvarez e incluso Érick Pulgar estuvo a punto de vencer al experimentado Claudio Bravo al intentar cortar un centro.
En el complemento Argentina volvió a la carga y soltó su dinamita con un misil de Nico González que reventó el horizontal (61’), pero fue todo y Chile que no ofreció nada en ofensiva en la primera función le quemó los guantes en dos ocasiones al Dibu Martínez. Sufrieron los gauchos con dos misiles de Rodrigo Echeverría (72’, 75’), pero al final celebraron por todo lo alto un tanto de Lautaro Martínez.