Los vecinos del cantón San Isidro, del municipio de Izalco, Sonsonate, denunciaron ante el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales las quemas de caña de azúcar que pone en riesgo la salud de la población y la preservación de sus cultivos familiares y la fauna silvestre.
Asimismo, dijeron que estas quemas producen incendios forestales en la zona lo que pone en peligro sus vidas y las casas de los habitantes del lugar.
Organizaciones ambientalistas y de derechos humanos acompañaron a diversas comunidades del territorio nacional que enfrentan cada año, esta problemática que genera la zafra. En el marco de la campaña “Azúcar Amarga”, Voces en la Frontera, CRIPDES, UCRES, UNES, FESPAD y METSUTSO entregaron una carta dirigida al ministro de Medio Ambiente, Fernando López, en busca de una solución “urgente” para esta población.
“La quema de los cañales es un completo desastre para nuestra madre tierra, porque hay un estrés hídrico, porque nuestros mantos acuíferos se están debilitando”, señalaron.
“Nuestros niños y ancianos están con enfermedades respiratorias porque el humo también contamina el medio ambiente y es por esto, que como organizaciones comunitarias a nivel nacional, pedimos al ministro que vaya al campo y verifique los daños que están ocasionando”, expresaron.
Las quemas de este cultivo en la preparación de una nueva cosecha, se encuentra vinculada también a los incendios forestales, añadió Norma Mejía, de la Red Uniendo Manos de El Salvador, al mencionar datos oficiales del año pasado que registró 44 incendios forestales.
“Estos 44 incendios forestales que afectaron más de 800 hectáreas de territorio, y que según el Ministerio de Gobernación el 95% de estos fueron provocados, pero la respuesta de las autoridades siempre es reactiva, y no una gestión preventiva como la aplicación efectiva de la ley y la vigilancia oportuna para evitar la quema de cultivos especialmente la de caña de azúcar”, afirmaron.
La problemática de la quema de la caña de azúcar es relevante por la amplitud de estos cultivos que según el sector exportador reportan que existen 79, 575 hectáreas que equivalen a 113,559 manzanas cosechadas de este monocultivo, que significa para los cañeros 70 toneladas de azúcar por hectárea.
“Las quemas son realizadas por los productores de caña de azúcar, violentando el artículo 262 A del Código Penal, que prohíbe la quema de cualquier cultivo. Y esta ilegalidad es continuamente denunciada por las comunidades afectadas y organizaciones ambientalistas, pero la agroindustria azucarera afirma que no son ellos los responsables, pero es una mentira porque estos siniestros ocurren en el tiempo de la zafra”, argumentaron