Todos los salvadoreños honrados estamos de acuerdo que la inseguridad en que se vivía antes del régimen de excepción daba miedo, y que gracias al Plan de Control Territorial que ha puesto en marcha el presidente Nayib Bukele esa amenaza está desapareciendo.
Antes no se podía ingresar a una zona dominada por la Mara Salvatrucha o por la pandilla del Barrio 18 porque te paraban, te pedían la cartera y si tu dirección era de una zona donde reinaba la pandilla contraria de cachimbiaban o te mataban.
Eso se terminó con el combate a los pandilleros, y o felicitamos, pero el verse expuesto a los malos tratos e incluso vejámenes siguen existiendo, solo que ahora no son los pandilleros, sino los agentes de la PNC.
Esta mañana (jueves 14 de marzo) platicaba con un amigo y me contó que fue al centro de San Salvador a hacer una diligencia, y a su paso encontró un grupo de hombres que estaban parados contra la pared porque la policía los estaba revisando.

Cuando iba pasando un agente le dijo: “Parate ahí”, le dijo el policía, en seguida añadió “Qué putas venís hacer”.
Inmediatamente lo bolseó y le sacó la cartera y vio un carnet que lo acreditaba como periodista de un medio de comunicación.
“Así es que vos sos periodista, o jugas a ser periodista”, le dijo el policía mal encarado.
Mi amigo le contesto que sí, que era periodista y el policía le respondió: “Andate a la mierda pues”.
La pregunta que nos hacemos los salvadoreños honrados es si eso es lo que ha recomendado el presidente Nayib Bukele, y por consiguiente, si esa es la orden que reciben los agentes de la PNC de su director Mauricio Arriaza Chicas.
No lo sabemos, pero lo que sí creemos es que a los agentes de la PNC y a los soldados de la Fuerza Armada se les debe ordenar que a la gente, en general se le debe tratar con respeto, y si son sospechosos o si se determina que son delincuentes o mareros se les debe detener y remitirlos a los juzgados, pero sin abusar de su puesto policial.