Agencias
Unas horas antes de que se consagrara en Cincinnati, donde este lunes ganó el título del Master 1000 junto a su compañero Mate Pavic, la página oficial de la Asociación de Tenistas Profesionales (ATP) publicó, quizás de modo premonitorio, un bonito reportaje dedicado a Marcelo Arévalo.
Bajo el título “La magia de Marcelo: el inesperado ascenso de Arévalo al estrellato en dobles”, el artículo, firmado por el periodista Andrew Eichenholz, recorre todos los aspectos de la vida deportiva de Chelo.
El punto de partida fue un juego entre Roger Federer y Arévalo, pero Rafa Arévalo, su hermano. Aquel partido, recordado por todos los salvadoreños en los Juegos de Beijing 2008, fue la inspiración para Marcelo.
“Fue como un sueño porque mi hermano estaba en casa, y luego, unos días después, estaba viendo a mi hermano en la televisión contra Federer, que en ese momento dominaba a todos. Todavía era el número uno del mundo. Fue una locura”, dijo Arévalo a ATPTour.com. “Al ver a mi hermano jugar contra Federer, y viniendo de la misma casa, de la misma familia, fue cuando me di cuenta y dije: ‘¿Sabes qué? Yo también puedo llegar a ser bueno. Si mi hermano está ahí, entonces puedo ser como mi hermano’. Y fue entonces cuando realmente comencé a tomar el tenis más en serio”, confesó en la entrevista.
En varias ocasiones, Chelo menciona la importancia de su hermano Rafael, que hoy es el presidente de la Federación de Tenis: “Como hermano menor, pensaba: ‘Vaya, mi hermano va a representar al país, jugar en Guatemala, Honduras, Nicaragua o Costa Rica’. Así que entré en ese mundo también por él”, dijo Arévalo. “Como hermano menor, quería ser como mi hermano mayor, y él era mi ídolo en aquel entonces. Diría que fue la razón por la que me metí en este deporte”.